(Escrito el 22 enero 2022)
Aunque a lo largo de las reflexiones de Celedonio,
en alguna de ellas ha tocado el tema sobre todo de los daños de las crecidas de
los ríos, hoy quiere volver sobre él. Pienso que el problema del Ebro será
parecido al que puedan presentar otros ríos a lo largo de nuestra geografía.
Siempre se ha conocido al Ebro como un río caudaloso que aporta
mucha agua al mar, agua que es deseada por comarcas dónde les gustaría disponer
de al menos de parte de ella. ¿No se podría aprovechar para distintos usos?
Todo es cuestión de estudios y planteamientos
Para Celedonio hay cosas que no se pueden mover y si
necesitan agua habrá que llevársela, por ejemplo la tierra. Para poder regar,
el terreno no lo puedes mover, por lo que si quieres agua para él se la tendrás
que llevar. Pero hay veces que el agua se reivindica para mover o hacer posible
una industria, en cuyo caso piensas, si una industria necesita mucha cantidad
de agua ¿no sería más propio elegir su ubicación donde está ella?
Como decía al principio, la gente piensa en el agua que el río
vierte al mar, es decir agua sobrante. Utilizar ese agua sobrante si que sería
tema de estudio, pero hoy Celedonio sobre lo que deseaba reflexionar
es sobre el daño que causan las riadas.
Casi todos los años el Ebro crece más o menos y causa también
daños variables. Ante una nueva avenida, la referencia es la que hubo un
determinado año que se recuerda como la mayor. Si aquella la pasamos y esta se
anuncia como menor parece que no hay que tenerle miedo. Estamos acostumbrados.
Se suele decir que nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena y del río creo
que pasa igual, cuando se desborda. ¿se podría hacer algo entre riada y riada?
Tenemos que tener presente que el agua siempre va hacia abajo, por
lo que todo lo que llueva en cotas más altas y sea de su vertiente irá a parar
a él. ¿Se puede contener el agua de sus afluentes? Si se detiene en ellos el
agua no llegará al río. Estamos viendo y nos están anunciando que las lluvias
cada vez aunque más escasas en el reparto anual pueden ser mucho más fuertes en
determinados momentos, por lo que a más cantidad de agua caída mayor riesgo de
crecida si llega hasta él. Detener el agua en sus afluentes, no significa
inundar pueblos como otras veces se hizo y hacer emigrar a la gente.
En la escuela aprendimos ya que Caudal es igual a Sección
por Velocidad, por lo que para que disminuya la zona inundada hay que
procurar que el agua circule más deprisa. Cualquier obstáculo que se le ponga
disminuirá su velocidad. Levantar motas altas en una orilla significa empujar
al río hacia la otra por lo que hay que tenerlo presente.
Estoy de acuerdo con declaraciones de agricultores que he oído. No
es que baje más o menos fuerte la riada, sino que el lecho del río cada vez
está más alto. Si es así cada día llegará a cotas más altas. Si preferimos que
el río conserve su cauce salvaje y que además sea prioritario conservar los
pajaricos que hay en sus orillas o los barbos y madrillas que hay dentro de
agua, dejémoslo como está. Que crezca a sus anchas y campe por donde quiera. Si
lo que buscamos es que las fincas de sus ambas orillas sean fuente de riqueza
actuemos.
Cuando hay que sacar los animales de alguna granja por temor a la
riada a veces me pregunto ¿no había en el término municipal fincas en cotas más
altas para su instalación? Recordemos el refrán de que “el que busca el
peligro perecerá en él”
Recordemos lo que en la Escuela nos enseñaron.” Caudal es
igual a Sección por Velocidad”. La fórmula abreviada siembre fue:
C= S x V
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