domingo, 28 de junio de 2020

Algunas cosas que me sorprenden (14)


(Escritas desde octubre 2019 a marzo de 2020)
Nº 106.- En las manifestaciones habidas en Cataluña, hay gente que se plantea estar varios días en ellas y  van preparados con comida, tiendas de campaña, etc. ¿se podría saber si estas personas están en paro e igual les da o si están en situación laboral? Si están en situación laboral ¿pidieron permiso esos días a la Empresa? ¿Qué excusa pusieron para no acudir al trabajo?

Nº 107.- El 25 de enero fue la Noche de los Goya en Málaga. No sé quien corre con los gastos de la representación, pero la verdad es que el lujo  y todos los síntomas de riqueza que se vieron, no guardaba relación con los daños habidos en el exterior por las fuertes lluvias, las granizadas y  las riadas. Ver los dos aspectos en la misma noche y en la misma ciudad, la verdad es que dan motivos para reflexionar.

Nº 108.- Días pasados falleció  en accidente de helicóptero el jugador de baloncesto Kobe Bryant. Siendo que con él fallecieron otras personas, sorprende que al dar las informaciones los Medios de Comunicación en general se pasen por alto el mencionarlos. No serían famosos pero sí personas.

Nº 109.- Hace algunos días leí que el ¿78? de los parlamentarios del PSOE, nunca habían cotizado fuera de la formación.

Nº 110.- Ante la aparición del Coronavirus en Wuhan (China), ¿no tendría que ser mayor la colaboración mundial para echarles una mano y sacar conclusiones cuanto antes? Si se llega a extender más, luego vendrán las lamentaciones.

Nº 111.- Desde luego los chinos nos han dado una lección, al construir un hospital para 1.000 camas en ¿10 días?

Nº 112.- ¿Qué habrán pensado los que piden limosna por nuestras calles, estos días crudos de invierno cuando han visto pasar a los perros tapadicos con su manta para protegerse del frío?

Nº 113.- En las negociaciones del Gobierno con Cataluña, ¿no se está bajando mucho los pantalones el Presidente del Gobierno?

Nº 114.- Supongo que los problemas de los agricultores que se están manifestando, pensará el Gobierno solucionarlos, ya que desde dentro del Gobierno les animan a seguir apretando pues tenéis razón.

Nº 115.- Si el Coronavirus no produce diarrea, ¿por qué ese acaparamiento en los mercados del papel higiénico?

Nº 116.- En los primeros días de marzo, se celebra un partido de fútbol a puerta cerrada. Si la aglomeración de gente puede favorecer el contagio ¿por qué la afición se concentra en la puerta del campo para animarlo?


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sábado, 20 de junio de 2020

¡El que avisa… no es traidor!


(Escrito el 29 de enero 2020)
Fechas pasadas, hemos visto los efectos de un cambio climático que no estábamos acostumbrados. Lo sucedido y en las zonas dónde hemos podido presenciarlo no eran las habituales. Las tormentas de agua y nieve y el oleaje en las costas, hace tiempo que no las veíamos tan fuertes.

Aunque los datos climatológicos están registrados desde hace ya muchos años, cuando se informa del Tiempo, no es frecuente citar otros registros que superaron lo que estamos viendo, sino que parece que lo de ese momento es lo más duro que se ha  conocido.

Celedonio, recuerda la climatología del mes de febrero de ¿1956?, provocada por la ola polar de frío que nos vino encima. ¿Qué temperaturas se alcanzaron en España y en Aragón aquel mes?  ¿Qué efectos produjo? Pocas veces las ha oído citar en los Medios de Comunicación. Sí que lo ha oído de los que las soportaron. Quiero decir con esto que muchas veces, llegaron situaciones muy adversas, pero parece habernos olvidado de ellas.

Lo vivido días pasados, no sabe si es por el cambio climático que tanto se viene anunciando, o es por esas cosas raras que dicen que puede pasar a lo mejor una vez cada 200 años. Si es eso, mira por dónde nos ha tocado vivirlo. ¿Se volverá a repetir? En un escrito regional que ha caído en sus manos se cita: “Para ver un buen mes de abril; /  cien años has de vivir; /uno vivió ciento uno; /  y no vio ninguno”.

Lo que si tenemos que ser conscientes, es que la naturaleza tiene una fuerza impresionante y aunque el hombre cree a veces que puede llegar a dominarla no es así y como siempre nos debe hacer reflexionar.

Como llovía poco, hemos construido en zonas que podríamos llamar de secano, pero el cauce de ese barranco o riachuelo que siempre vimos seco, un día se le hincharon las narices y nos dejó sorprendidos. Nuestra reacción ha sido: ¡quién pensaba que esto iba a suceder!

Celedonio  que es de tierra adentro, no conoce bien las playas, pero sí que ha observado que esos Paseos Marítimos que se han construido tan cerca del agua ¿no serán acaso inundables aunque sea cada 100 años? Si la media estimada es de 100, podríamos conocer que dos o tres de ellos se puedan conocer en tiempos muy cortos.

Cuando crecen los ríos, sorprende escuchar y ver que hay  apriscos y/o explotaciones de porcino, que el río las ha inundado y han tenido que sacar a los animales si les ha dado tiempo. ¿No había otro sitio en el término municipal para este tipo de construcciones?

Cuando vemos la ubicación de pueblos antiguos, observamos que pocos de ellos han sufrido a lo largo de la historia los efectos de una crecida. Sin tener registros, hicieron bien los cálculos.

Muchos daños ha ocasionado el exceso de agua de días pasados. En muchos casos, será imposible llegar al punto de partida, pero quizá tengamos que pensar si antes ya llegó a pasar, o si ha pasado, si se podrá repetir. Estamos avisados y : ¡“el que avisa…no es traidor”!      

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sábado, 13 de junio de 2020

Desde mi encierro (02)


(Escrito el 26 de marzo 2020)
Continuando el tema iniciado ayer, 25 de marzo, Celedonio sigue reflexionando.

De las medidas económicas tomadas por el Gobierno no va  a criticar ninguna de ellas, pues ni las conoce con detalle, ni es quien para enjuiciarlas, pero sí que quiere decir:

Muchos de los viejos de ahora, no es que fuésemos tacaños, sino que nos enseñaron a ser previsores. A lo largo de la vida, algunos fueron ahorrando lo que pudieron para que al llegar a la vejez poder contar con un dinerillo, que aunque poco pudiese servir para complementar su jubilación. En ese aspecto nos engañaron, pues ahora aunque hayas podido reunir un pequeño capital, el Banco no te da nada.

Otros decidieron con mucho sacrificio muchas veces, tras pagar su vivienda habitual, comprar un piso para poderlo alquilar y así contar con unos ingresos complementarios. Ahora, al menos parte del Gobierno opina que hay que tener en cuenta esos alquileres y si es preciso el inquilino que no pague. Que lo necesite el propietario lo tendría que demostrar. Entre los dos pisos del mismo propietario pueden suponer a lo mejor 150 m2 . Hay políticos que viven en casa individual con 2.000 m2 de superficie incluidos los jardines. Ellos es normal que tengan esas propiedades, pero tener uno dos pisos no se puede consentir.

Como el Banco por tus ahorros cada vez te daba menos intereses hay quién optó por poner una pequeña cantidad comprando unas acciones de Bancos, Telefónica, Eléctricas, etc. Todas esas Entidades según algunos son antisociales y hay que ir  a por ellas. El pequeño inversor que ve que su valor ha descendido, y lo ha perdido casi todo, que se aguante, ha sido un especulador y ha vivido explotando a otros.

Cuando termine el encierro y queramos volver a la vida habitual nos encontraremos, con empresas que han cerrado, han mandado a sus trabajadores al paro y entre todos habrá que ayudarles.

Otras harán un ERE o como se llame y al que le toque tendrá que ingeniárselas como pueda. En esta ocasión quizá sea más difícil, pues sus padres que en otras ocasiones le ayudaron, el  Coronavirus se los llevó.

Habrá autónomos, que después del cierre no tendrán capacidad para poder levantar la persiana y tendrán que diseñarse la futura vida como puedan.

Estas y otras muchas cosas veremos. Lo que sí estamos seguros de que no cambiarán son los chollos de los políticos. Todos los que están encausados por corruptos, estafadores, comisionistas, etc seguirán sin devolver un euro de los que se llevaron. A lo sumo algunos estarán una temporada en la cárcel bien cuidados a cargo del erario público, pero devolver nada. El Restaurante y el Bar del Congreso y del Senado seguirán  siendo subvencionados y pagados por todo aquel que salga de ésta, menos por ellos, que para eso fueron elegidos por el pueblo.

Celedonio, como personal de riesgo, no sabe si saldrá de ésta.

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sábado, 6 de junio de 2020

Habla “el de la boina”


(Escrito el 24 de enero 2020)
Desde siempre, Celedonio, le tuvo un gran respeto y admiración al “hombre de la boina” por lo que la reflexión de hoy se la deja para él.

Al menos en Aragón, podríamos decir que en la mayor parte de los pueblos, el juego de la pelota o del frontón, ha sido general. Unas veces, el frontón se había hecho ex profeso para ese juego y otras se jugaba en la parte trasera de la iglesia, en la plaza o cualquier otro lugar que fuese apropiado para ello. Tan sólo hacía falta que la pared fuese lisa y que el suelo permitiese botar bien la pelota. No era necesario que estuviese de cemento o asfaltado.

Una cosa que quedaba clara antes de empezar a jugar, era por dónde iba la falta, es decir la línea por debajo de la cual, era mala y el tanto era para el otro. A veces esta línea de falta estaba marcada con una banda de chapa, de tal forma que al dar la pelota allí, se oía claramente que había sido falta.

Los domingos después de salir de misa y antes de comer era habitual practicar este juego y por las tardes también. Se jugaba dos a dos y los que perdían salían y entraban otros. En todas las localidades había pareja de capeones o que jugaban muy bien.

Los chicos tenían también sus sitios para jugar y si no estaba ocupado por los mayores, el frontón de estos lo aprovechaban.

Durante años y años, el juego de la pelota, se mantuvo y se mantiene invariable. La línea de falta es siempre la misma, así como la distancia a la que hay que sacar para que sea bueno el saque.

El “de la boina”, nos dice que con este ejemplo, quiere dar a entender, que para ir por la vida hay una serie de normas que hay que respetar y cumplir. El ser el hombre libre no quiere decir que puede hacer lo que le dé la gana, sin respetar el derecho de los demás, o las normas establecidas.

Desde que se nace se está sometido a unas reglas. Te dan de mamar cada cierto tiempo y al que te acostumbras. Te acuestas y levantas a unas horas determinadas que llegan a ser casi fijas. Vas a un horario al colegio y tienes tus horas de clase y horas de recreo, etc. Es decir la vida es una sucesión de actividades, todas ellas sometidas a unas normas.

Como quiera que somos muchos y cada uno piensa que lo suyo es lo mejor, también hay unos reglamentos que nos obligan a cumplir y es lo que nos hace poder circular por la vida, sin encontronazos, ni tropezarte por los caminos con otros por donde no puedes pasar.

Hay normas que regulan como tienen que ser las votaciones, como se castiga al que las infringe y así todas las actividades que hacemos. Al que las incumple se le castiga, con una pena que también está contemplada, por lo que antes de cometer la falta ya sabes lo que te puede caer si la infringes.

Pero ¿a qué viene todo esto?  le pregunta Celedonio al “de la boina”. Joder, pues que se ha llegado a un extremo en que cualquier día viene uno al pueblo, ve dónde jugamos a la pelota, y nos dice que la  línea de falta hay que ponerla más abajo. Hasta ahí podíamos llegar. Si quiere jugar que juegue, pero mientras yo viva aquí, la raya de la falta no se tocará. Hasta los críos cuando juegan en el frontón de los mayores, la consideran válida. ¡Vamos…hombre!

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