domingo, 6 de marzo de 2011

Cien semanas en el Blog.


Parece que fue ayer, pero la semana pasada se cumplieron 100 semanas, desde que Celedonio inició en este Blog sus Reflexiones. Puntualmente cada semana ha estado con todos vosotros.

Para muchos, posiblemente todo lo escrito será simple basura, por lo que ni han querido entrar en el Blog. Para otros, poco acertado y para alguno, quizá un entretenimiento. Para Celedonio, que es consciente que el Blog es poco visitado, ha sido una forma de dar a conocer algo de lo que durante mucho tiempo estuvo escribiendo y ha conseguido tenerlo más o menos ordenado, dónde puede acudir en cualquier momento.

Al no ser especialista en nada, nunca pretendió igualar, imitar o superar a nadie. Sólo sabe escribir de aquello que siente y lo escribe, cómo lo siente. Por eso, las críticas que hace son simplemente sus opiniones. De nada que escribe en cada momento se arrepiente , por lo que a todos los escritos les ha puesto su fecha, para poderlos enjuiciar mejor. Podría haber cambiado algo antes de publicarlo, pero ya no hubiese sido fiel a si mismo.

Ha hablado muchas semanas de temas del pasado. Experiencias vividas y otras vistas. No ha querido reivindicarlas, pero sí recordarlas, pues le parece que alguien piensa que antes los perros se ataban con longanizas.

Le da cien patadas escuchar tantas tonterías. Nuestros dirigentes presumieron durante unos años de hacer más viviendas que media Europa, ¿cómo pueden encontrar trabajo todas esas personas dedicadas al negocio y trabajo inmobiliario sino hay nuevas actividades?

No hace falta ser profeta para comprender que el camino que se llevaba nos conducía al abismo. En 1975 compró su primera vivienda y le costó 39,77 mensualidades del sueldo de ese año. En 1991 un apartamento en la montaña le costó 24,99 mensualidades del sueldo de ese año. Hasta ahí parecía equilibrado, pero ¿cómo puede consentirse que en 2006, una segunda vivienda en el mismo sitio que la anterior costase 101,79 mensualidades de lo que cobraba ese año?. ¿Quién podía pagar eso? Y como no podía ser..... pasó lo que pasó.....

No puede comprender cómo: ni dirigentes políticos, ni economistas, ni banqueros, ni constructores, etc. no fueron capaces de detectar el caos que se avecinaba......

La demagogia llega a situaciones incomprensibles. Vaticinan que dentro de (x) años la población mundial se incrementará en un % determinado y que no habrá alimentos para todos. La gente morirá de hambre. ¿Acaso no se mueren ahora muchos millones y no se hace nada por ellos? Incluso se ha venido estimulando el no producir.

Dicen que la situación mejora, porque los apuntados al paro en un mes determinado, es inferior al de ese mes del año anterior. Con ese planteamiento, cuando estén todos parados, ya estaremos bien, ya no se apuntará nadie al paro. Estarán todos apuntados.

¿Por qué tanta protección a la naturaleza, a no poder coger productos del monte, a no poder sacar un metro cúbico de grava de un río, a no poder cortar un árbol, cuando están los pueblos sin depuradoras?

¿Por qué esa presunción de democracia, en la que se dice que elegimos a nuestros representantes y hay que votar a una lista cerrada, al tránsfuga no se le hace nada y al corrupto no se le puede apartar del cargo?

¿Por qué no hay un organigrama de las administraciones públicas y se evita que cada 4 años el que gana, haga lo que realmente le da la gana?......

Estas han sido algunas de las Reflexiones que Celedonio ha puesto sobre el tapete a lo largo de las pasadas 100 semanas, pero faltan Reflexiones sobre otros muchos temas.

Mientras tenga capacidad para hacerlo, os promete que seguirá escribiendo y mientras a través de Internet lo pueda hacer, estad seguros que lo tendréis a vuestro alcance.

Como dijo al principio, para muchos será basura, para otros poco acertado y para algunos entretenimiento, pero para Celedonio será una forma de dar salida a lo que siente en su interior.

Próximo tema: “ Para ascender, perder”








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