sábado, 15 de febrero de 2014

Con los pantalones rotos



Con los pantalones rotos

(Escrito el 16 de septiembre de 2013)

¿Cuántos oficios no existen
que podríamos recordar?
en muchas casas, coser,
y en algunas: apiazar.

Se apiazaba pantalones
por delante y por detrás,
y aunque estos fueran viejos,
con culera y rodilleras
 prenda nueva quedará.

Los cuellos de las camisas
se volvían del revés,
y si no, con parte baja,
cuello nuevo, ¡ya lo ves!

Los que hacían estas cosas
se sentían orgullosos,
sin rotos y bien lavados
se veían  decorosos.

Hasta se cantó una jota
por lo mucho que esto vale:
Asómate a la ventana
y me verás en la calle,
con una chaqueta nueva
de una vieja de mi padre.

Pero esto, fue hace tiempo,
ahora enseñar, sí que vale,
venden pantalones rotos
que llevan la pierna al aire.

No sólo es para chicos,
los pantalones que venden,
el otro día vi a uno
casi, casi un cuarentón
que llevaba el culo al aire.

En otros tiempos al verlo
sin encomendarte a nadie
tú hubieses sentenciado,
¡qué poca vergüenza tienen!:
si está casado, su esposa,
si está soltero: su madre.

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