martes, 17 de marzo de 2015

Sin propósito de la enmienda



(Escrito el 15 noviembre 2014)

Como quiera que nací en 1939, no puedo ocultar que crecí y me eduqué en el franquismo, dictadura, régimen totalitario o como se le quiera llamar. Como todos los de mi época, vimos y oímos muchas cosas de ambas partes (rojos y azules, nacionales y republicanos, legales y sublevados, etc). Se decía que las cosas no se podían cambiar, porque las leyes estaban hechas así y había poca esperanza de cambio. Incluso para ese cambio que algún día tendría que llegar, se oía que las cosas estaban atadas y bien atadas.

Aquello pasó y  con el cambio llegaron nuevos conceptos: democracia, constitución, libertad, partidos, elecciones, igualdad, etc. Visto lo anterior y anunciado lo que llegaba, pensamos que la cosa iba a cambiar como de la noche al día, pero Celedonio que no se hizo ilusiones, con el paso del tiempo, no puede por menos que manifestar que algunas cosas quedaron tan atadas, que no hay quien deshaga el nudo y para las nuevas, utilizaron una cuerda que se deshilacha.

Para él, la ley electoral actual, no le satisface, pues el ciudadano no elije a sus representantes, sino que es el Partido el que te obliga votar al que a él le interesa. Siendo una cosa nueva, la podrían haber redactado mejor. Propósito de la enmienda, de momento no lo hubo.

Los políticos tendrían que ser los que redactasen las leyes de forma clara, pero cuando lo hacen, dejan tantos cabos sueltos, que muchos aunque la incumplan, la propia ley les apoya. No entiende por qué los delitos prescriben sin llegar a ser juzgados, no comprende por qué los políticos no pueden dar a conocer sus gastos, no le cabe en la cabeza que haya tantísimos aforados, etc. En definitiva no entiende muchísimas cosas que para él se contradicen con lo que entraña la palabra democracia, libertad, igualdad, etc. Para todo esto y después de tantos años, tampoco vemos  ningún propósito de la enmienda.

Nos hacen creer, que hay cosas que están legisladas desde hace tanto tiempo que se han quedado anticuadas, pero que la ley es así. No conocen que cuando el nudo no se puede deshacer, hay un método fácil: cortarlo con una navaja. Ni para esto tienen propósito de la enmienda.

Dentro de la corrupción, los pelotazos, etc, no entiende como no se pone coto a la especulación con la revalorización de los terrenos. Si un terreno como agrícola tiene un valor, cuando se decide que se puede construir en él, su precio final es el agrícola, más los gastos de urbanizarlo y sobre ese precio es el que se debe basar el valor de lo construido. La democracia debe proteger a todos y no debe consentir la especulación, ni el enriquecimiento de unos pocos. Si siempre fue así y se sigue consintiendo, el propósito de la enmienda, ni se les ocurre.

Si todos los que pasasteis por el poder consideráis que lo habéis hecho bien y de las cosas que hicisteis mal, después de avisaros, no tenéis ni tan siquiera propósito de la enmienda, no os extrañéis que un día os den la espalda. Tiempo tuvisteis de enderezar muchos caminos, pero a vosotros igual os daba, porque en lugar de ir por el camino, os ibais por la carretera.

Próximo tema: Había una vez….

No hay comentarios:

Publicar un comentario