lunes, 30 de enero de 2017

El reparto de sillones



(Escrito el 14 de septiembre 2016)
En todos los espectáculos públicos que los asistentes pueden estar sentados,  los asientos tienen alguna regulación. Cuando hay que pagar, los precios también suelen estar acordes con ellos.

En los teatros, las primeras filas de butaca siempre se han cotizado más y el que quería ver a los artistas de cerca lo tenía que pagar. El que andaba flojo de pasta, se iba a gallinero. En los toros, además del sol y la sombra, barrera siempre fue mucho más cara que andanada. En el fútbol, la proximidad a la portería también tiene preferencia. Etc.

Cuando ya no influye estar  cerca del conferenciante u actores, lo más valorado es dónde hay una buena audición y esto con la técnica se ha podido conseguir.

Esto que parece tan normal, cuando nunca había habido tirantez entre los asistentes, ahora no están fácil consensuar dónde se sienta cada uno. Me estoy refiriendo a la distribución de los asientos en el Congreso de los Diputados y  en el Senado.

Salvo la primera fila que se reserva para los miembros del Gobierno, ya no se valora estar en  la fila 2, 3 ó 7, sino que cada Grupo Parlamentario quiere estar junto. Hasta hace poco parece que derecha e izquierda se venía aceptando, pero en las últimas composiciones parece que a los señores diputados no es tan fácil conformarlos en su distribución.

Si las Cámaras son la representación del pueblo y se consideran democráticas, Celedonio propondría, que las butacas se numeraran correlativamente en sentido horizontal o vertical, pero que cada butaca tuviese un número. Numeradas las butacas el orden de ocupación de las mismas se haría por orden alfabético de los Diputados o Senadores, con lo que se conseguiría:

a).- Estar resuelto el problema de su distribución para siempre.
b).- Integrarse más todos los Diputados en la Cámara. Ahora siempre están juntos  los del mismo partido.
c).- Se evitaría cuando uno habla muchas sonrisas y cachondeos
d).-  Los que aplauden y abuchean podrían estar sentados juntos
e).- Llegar a conocerse mejor y contagiarse algo del uno al otro. Quizá fuese favorable para poder pactar  en su momento y  ponerse de acuerdo.
f).- Pasaría  más desapercibido si uno no levanta a aplaudir o protestar.
h).- Se exigiría que la megafonía funcionase mejor, si ahora hay problemas
i).- No se notaría tanto cuando algún Grupo se ausenta de la Cámara
Etc.

Y aunque no venga a cuento, también Celedonio haría otra reflexión: Si hay disciplina de voto ¿Por qué tienen que estar todos a la hora de la votación? Que cada representante de Grupo Parlamentario aporte los votos y los demás se podrían estar en casa. Se ahorrarían desplazamientos y dietas.

Si se llega a hacer una reforma de la Constitución no estaría por demás contemplar que cuando la abstención llegue a un límite, el nº de escaños se reduzca también.

                            Próximo tema: Solución …..dentro de 20 años

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