lunes, 27 de marzo de 2017

La Ley de Educación (01)



(Escrito el 7 de diciembre 2016)
Celedonio, le pone al título de la reflexión de hoy el (01), porque el 14 de agosto de 2015, reflexionaba sobre el mismo tema y le ponía el mismo título. Hoy le mueve nuevamente a hacerlo, porque estos últimos días el estudio PISA, da los resultados del último informe que ha hecho y ¿hemos mejorado? Parece ser que han incluido algunos países que hacen bajar la media y por tanto aunque no hayamos subido, tampoco hemos bajado. A nivel nacional también se evalúan las distintas Autonomías.

Mucho ha mejorado la estadística y hay grandes maestros de la misma, pero seleccionar unos cuantos colegios que serán los que evalúan en el estudio ¿reflejarán la realidad de lo que sucede?  ¿Se seleccionan siempre los mismos?

Me imagino que no es nada fácil, hacer una Ley de Educación que sirva para mejorar el nivel de los alumnos, cuando al implantarlas no se hace de forma consensuada y participativa, interviniendo en su redacción y discusión todos los estamentos que participan. Hay quien piensa que la Educación se tiene que dar en las Escuelas, otros que en la familia, otros que en la sociedad, etc. Nunca se han puesto a hablar todos juntos. Siempre ha sido la Ley del embudo.

A Celedonio, le sorprende, que los responsables de poner en práctica esta Ley, no se fijen en aquellos países que siempre se han destacado por ocupar los primeros puestos de la clasificación y tomen nota de algunos puntos. Creo que eso nunca se hace. No se puede fijar uno en  ellos, porque España es diferente.

En ocasiones, Celedonio ha escuchado que hay países que para entrar en las Escuelas o Universidades de la Educación, hace falta tener la nota muy alta en la Selectividad, es decir, a profesor de la Enseñanza  llegan los mejores, que supongo también estarán económicamente bien pagados. Aquí en España cuando éramos críos, escuchamos la frase de que “pasas más hambre que un maestro de Escuela”. Con estos planteamientos no se pueden alcanzar los mejores puestos de la tabla.

Cuando los años ya te pesan mucho y los programas de educación no los sigues de cerca, porque los hijos son muy mayores y a los nietos, tienen sus padres la responsabilidad de educarlos, aprecias que parece se está buscando la ley del mínimo esfuerzo. Fuera reválidas, fuera pruebas eliminatorias, fuera tareas en casa, fuera agobios,  etc.  Cuando Celedonio era joven, la Ley de Educación de entonces contemplaba una reválida en 4º curso de bachiller, otra en 6º y un Curso Preuniversitario para acceder a la Universidad. Todo eso se afrontó, se pasó y aquí estamos. Todos tienen derecho a ser universitarios, pero ¡ojo! Todo el que tenga capacidad.

A los posibles lectores de este Blog, les animo a que vean un Power Point que titulan “Contra quienes competirán” (si me lo solicitan se lo puedo enviar) y a los que les llegue  este escrito por correo electrónico se lo adjuntaré. Merece la pena verlo.

                             Próximo tema: La Semana Santa

1 comentario:

  1. Hoy Celedonio ha reflexionado sobre un tema que me toca muy de cerca. Lo ha clavado y me ha emocionado: soy profesora, hija y nieta de maestros
    ¡Gracias, Celedonio, en mi nombre y en el de todos mis compañeros, del presente y del pasado!

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