lunes, 29 de mayo de 2017

¡ A declarar....Dn. Mariano !



(Escrito el día 21 de abril 2017)
Hace unos días, la noticia fue que el Juez llamaba a declarar al Presidente del Gobierno. Desde ese mismo instante la maquinaria se puso en marcha y sus acólitos expusieron la barbaridad que se cometía. A los responsables de ello, pronto les pusieron nombre y apellidos. Menos mal que llegó la calma. El propio Presidente manifestó que iría a contestar lo que le preguntaran.

Celedonio, ignorante total  de todos estos enredos, desconoce si cuando a uno le citan como testigo, jura antes decir la verdad y toda la verdad. Antes así era. Si esa fórmula ha desaparecido, el valor de lo que diga puede ponerse en entredicho, aunque antes también se podía jurar en falso.

Que le llamen a declarar, me parece de lo más normal. El Juez está inmerso en un proceso que tiene que aclarar y para ello, nada mejor que preguntar a todo aquel que pueda saber algo del tema.

Los acólitos que protestaban por citarlo, planteaban que el Presidente no sabe nada de lo que le van a preguntar y yo pienso que algo sí puede saber. Aunque su profesión creo que es Registrador de la Propiedad, ha demostrado tener conocimientos de economía y creo que hasta llegó a suprimir la Vicesecretaría Económica porque la asumía él. Como Presidente del Gobierno y Presidente del Partido, sabe que éste cuenta con las cuotas que pagan los militantes y lo que les corresponde por cada escaño que han obtenido en las elecciones. Calcular el total de estos ingresos lo puede hacer cualquiera que esté en Enseñanza Primaria. Son habas contadas.

Con estos ingresos, muchos somos los que pensamos que los Partidos Políticos no pueden tener suficiente para cubrir los gastos que a simple vista se les ve, por lo que tiene que haber otros ingresos. Celedonio desconoce la Ley de Financiación de los Partidos. Los ingresos que reciben y que no corresponden a los recaudados por los conceptos anteriores, pienso que es lo que el Juez quiere clarificar. ¿Son obtenidos legalmente? ¿No son legales? ¿Quién los aporta? ¿Qué fines tienen esas entregas? ¿A cambio de algo? Hacerse esas preguntas pienso que es de lo más lógico y  creo  que irán por ahí.

Si uno quiere eludir la pregunta, la contestación puede ser: yo de las cuentas no sé nada. Había otros encargados para ello. Cuando uno está por encima de otros, tiene también la obligación de vigilar lo que hacen. Eso viene implícito con el cargo. Acaso nunca se preguntó aunque fuese para sus adentros ¿de dónde habrán sacado la pasta para pagar todo esto? Si cobran  menos que yo, ¿cómo les  llega para tanto? Si muchos han aumentado su patrimonio mucho más que el suyo, ¿no sospecha nada de ellos?

Siempre se dijo que “cuando el río suena agua lleva”. Ahora el río baja siempre crecido y hace mucho que no hay tormentas. ¿Se habrá  roto alguna presa? Me parece que habría que darse alguna vuelta por la cabecera del río.

Si aunque no se lo pregunten, “jura decir la verdad y toda la verdad”, pienso que el río podría volver a su cauce, aunque en su retirada, a muchos propietarios se les lleve el huerto, pero eso siempre fue así. El estar a la orilla tiene muchas ventajas, pero también tiene sus riesgos.

Próximo tema: Con cara de gilipollas

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