sábado, 17 de octubre de 2020

A la Mascarilla

 

(Escrito el 22 de mayo 2020)

 

Te había visto de cerca

en personal sanitario

e incluso alguna vez

al visitar a un enfermo

yo te había usado,

pero nunca como ahora

te había imaginado.

 

En cosa de poco tiempo

te has hecho imprescindible

aunque pienso que al vernos

nuestro aspecto es horrible.

Al mirarte al espejo

igual te ves con horror

con careta, gorro  y  guantes

podías pasar muy bien

por experto atracador.

 

Cuando sales a la calle

las ves de muchos colores

unos las llevan pequeñas

y a otros les vienen grandes.

Unas ves que son compradas

otras las han hecho en casa,

las telas son muy distintas

que funcione bien y basta.

 

Algunas veces yo pienso

con lo chato que ya soy,

si me oprimo la nariz

¿hacia qué camino voy?

 

Otras veces también pienso

y no pensamientos raros

si esto  dura mucho tiempo

¿qué será de la fábricas

que  hacen los pinta labios?

Pues creo que las señoras

con la cara bien tapada

no se les ocurre antes

el darse dos pinceladas.

Se ha visto mucho ingenio

con esto de mascarillas,

con botella de plástico

te puedes tú hacer una

que queda de maravilla.

 

Anécdotas pa contar

las habrá las ciento y una

ayer vi una en el móvil

que era muy oportuna.

 

El taxista la llevaba

mas los viajeros no tienen,

les exige se la pongan

y que ellos se las arreglen.

Entonces va la señora

que pesaba los noventa

le da un poco a la cabeza

y estas cosas se inventa.

Allí mismo en el taxi

se quita la braga blanca

y a su marido en la cara

ella misma se la estampa.

 

Después  se quita el sostén

que es de las tallas altas

se lo pone por la cara

y con él se da dos vueltas,

al verlos así el conductor

se conforma y arranca.

 

No sé si con mascarilla

del virus nos libraremos,

lo que sí puedo decir

que como pasen los días

muchas cosas se oirán

y muchas más las veremos.

 

De momento un buen disfraz

con ella sí que tenemos,

pues nos cruzamos con gente

y aunque pasemos muy cerca

a veces ni los conocemos.

 

Cuando empezó el Coronavirus

mascarillas no había,

por eso obligar a llevarlas

muy difícil se veía.

Pero ahora que fabrican

y a pagar es lo que toca

tendremos las mascarillas

hasta comer en la sopa.

 

Próximo tema: A los 36 días de encierro

 

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