sábado, 5 de diciembre de 2020

Mimbres y cañas

(Escrito el 3 de mayo 2020)

Los que ya tenemos muchos años y hemos conocido los pueblos, hemos visto muchas cosas. Hemos visto cestas y cestos confeccionados solamente con mimbres. Hemos conocido los cañizos sueltos o los empleados en los techos, que estaban hechos solamente de cañas. Enteras para hacer el armazón y rajadas para tejerlos. Finalmente hemos conocido espuertas, capazos, roscaderos, arguiños, etc que eran mezcla de cañas y mimbres. Todas  eran piezas sólidas que aguantaban cada una su misión y  aunque algunas las vimos como las hacían, otras muchas ya las conocimos muy usadas  aunque prestaban su servicio dignamente.

Hoy a Celedonio le ha venido esto a la cabeza, porque también se podría aplicar a la clase política que tenemos y a la que se nos espera. Desde que llegó la Democracia hubo años que el Partido que Gobernaba prácticamente no necesitaba a ningún otro. Tenía mayoría y podía hacer y deshacer a su antojo, pero esto ya se acabó. Ahora y desde ahora en adelante, con la proliferación de Partidos, para hacer el cesto hay que utilizar mimbres y/o cañas y ninguno de estos dos materiales es rígido, sino que es maleable y se puede doblar para coger la forma que le queremos dar.

En otras ocasiones ha manifestado, que dividir a la población en Izquierdas y Derechas, no nos trae nada bueno. Hay que buscar otra terminología. Ya le dedicó en su día una reflexión que titulaba “Difícil ponerse de acuerdo” Si cada uno de estos dos bandos, uno prefiere el mimbre y otro la caña, ha llegado el momento de combinarlos. Por eso el cesto no tiene porque ser más feo ni menos resistente. Lo que sí podrá ser que a la vista se vea una de las dos cosas más.

Se formó en su día un Gobierno al que se le llamó de Coalición y si queremos compararlo con un buen cesto, tengo que decir que no lo es, porque el que lo confeccionó no hizo el cesto bien. El cesto no quedó cerrado y bien terminado, porque al llenarlo, se cae lo que le echas por cualquier parte. Le faltan mimbres o cañas, pues no sé de qué está hecho y desde luego mal tejido. Quizá el cesto sea muy alto y con esa altura no es manejable. No lo sé.

En algunas ocasiones, he nombrado que había que pedir consejos al “Hombre de la boina”, para estos menesteres hay que asesorarse del “cestero”, que aunque queden pocos siempre habrá alguno, que aunque no tenga títulos, ni haya hecho ningún Master, para hacer un buen cesto no le compite ninguno.

Cada día hay y no sé por qué,  pienso que habrá más partidos. Si todos tienen una base electoral detrás de ellos, lógico es que quieran representarlas, pero todos no pueden mandar. Alguien tendrá que asumir la representación. Además de mimbres y cañas hay otros muchos materiales también flexibles que también valdrían para hacer el cesto. Es cuestión de seleccionarlos.

Si el que manda representa a todos y para todos tiene que gobernar, quizá haya que decirle al cestero, que además de los mimbres y cañas, en algún  asa, en algún borde o en una lista por el centro del cesto tiene que poner unas ramitas de este otro material nuevo que quieren que también se vea.

No sé si ha sido acertada la reflexión de Celedonio de hoy. Con exponerla me quedo más tranquilo.

Próximo tema: Contradicciones (01)

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