lunes, 11 de abril de 2022

Pocos contábamos con esto


(Escrito el 20 junio 2021) 

Hubo un tiempo que así como se iba mucho a los curanderos, no era extraño también oír que había gente que iba a que le dijesen cosas sobre su futuro. Eran las que te leían la mano, las adivinadoras, las echadoras de cartas etc. Todo esto quedó desfasado y aparecieron los que científicamente predecían el tiempo, hablaban del crecimiento del IPC y del PIB a varios años vista, la evolución de los precios de la vivienda, etc.. No sé en qué se basan pero cifras ajustadas con decimales las estamos oyendo todos los días.

Una de las primeras sorpresas que hemos tenido ha sido la de los Bancos. En su día, todos buscaban que se les llevase el dinero. Para ello te hacían ofertas, te ofrecían un interés y todas las ventajas que te pudieses imaginar. En los pueblos pequeños dónde no llegaba la oficina estaba el corresponsal y con él te apañabas. Tanto tus padres como ellos te estimulaban a ahorrar. De los ahorros podías obtener un rendimiento y si conseguías reunir un capitalillo, a la vejez con esos ahorros y los que te diesen de rédito, te podrías complementar la pensión o hacer frente a los gastos que te surgieran.

Nada más lejos de la verdad. Todas las promesas fueron falsas. Si conseguiste ahorrar, ahora pocas cuentas puedes echar con tus ahorros. El Banco no te da nada. Más a partir de ciertas cantidades te cobran. Cada vez tienes que ir a verlos menos ya que hace tiempo que te dijeron que para eso está el cajero.

Los Bancos y Cajas de Ahorro solo pensaban en la expansión de los mismos. Pocas localidades dejaban de tener alguna entidad bancaria. Desde hace ya unos años los propios Gobiernos, han estimulado su concentración, lo que ha traído consigo el cierre de oficinas y empleados al paro.

Otras recomendaciones que escuchabas era que en lugar de ahorrar y guardar el dinero la mejor inversión era el ladrillo. Cada día que pasaba siempre valía más. Con este planteamiento, muchos compraron pisos para alquilar, locales para alquilar o para montar sus negocios, etc. Cuando ves ahora las persianas bajadas con el letrero de: se vende, local disponible, se alquila, etc viene al pensamiento: ¿quién será el propietario? Será el dueño del negocio que ha cerrado ¿o será de aquél que lo compró con intención de alquilarlo y buscar un complemento a sus ingresos?

Todo esto que estamos viendo, no es fruto de la Pandemia, aunque haya contribuido a crear a aumentar esta situación, sino que mucho antes de llegar ella ya las cosas no eran como nos las pintaron. Vimos como para vender un inmueble era a base de rebajar el primer precio de venta. Seguimos viendo solares urbanizados sin construir y las grúas que eran tan frecuentes que han desaparecido.

¿Qué llegaremos a ver? Los que ya tenemos muchos años conocimos, venirte a casa a cobrar el recibo de la luz, en los autobuses de línea ir dos personas, el conductor y el cobrador que te subía las maletas a la baca, en el tranvía antiguo en cada vagón ir un cobrador, etc. Ahora el gran progreso ha formado el binomio persona- móvil y con las máquinas que han inventado te las tienes que arreglar.

Durante muchos años se relacionó el importe de una vivienda con el sueldo que tú cobrabas. Me costó tantas mensualidades decías.  Llegó a ser tal el desfase que ya no has vuelto a esa relación.

Termino como alguna vez lo he hecho. ¡VIVIR PARA VER!

Próximo tema: Lo que sobre me lo llevo

 

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