sábado, 24 de septiembre de 2022

No sé si sabré expresarlo


(Escrito el 21 febrero 2022)

A lo largo de los años vas conociendo a mucha gente que trabaja en distintos sitios, vive en diversos núcleos de población y a los que los consideras gente normal. Desde jóvenes fueron buscando su medio de vida. Intentaron siempre superarse y ascender en su cadena de trabajo, que lógicamente iba acompañada con una mejora salarial. De una forma más o menos distinta se fueron situando y así han pasado la vida. Trabajaron como asalariados en distintas empresas públicas o privadas.

Otros fueron emprendedores, formaron su empresa y la fueron ampliando cuanto pudieron. Unos consiguieron hacerla más grande que otros, pero son de los que definimos como que se defendieron honradamente en su vida. A los que más progresaron y se situaron mejor en el plano social, la gente se lo reconoció y a veces se dijo “tuvo suerte”.

Desde hace años, estamos viendo sobre todo en una parte de nuestra clase política, una serie de personas que intentan destacar del resto que les rodea y a veces lo consiguen. Sus viviendas, otros medios externos de riqueza y su tren de vida así lo demuestran. ¿De dónde sale todo eso? De los sueldos que nos dicen tienen asignados no puede ser. El origen de parte de sus ingresos proceden de otros sitios: pelotazos, comisiones, estafas, etc. Eso de querer destacar sobre los demás ¿es ambición? ¿es una enfermedad? ¿procede de que a lo mejor nunca trabajaron en una empresa y no saben vivir con el importe de una nómina? Hace muchos años había una canción titulada “todos queremos más”

Muchas de estas personas, militan en un partido, que dicen defenderte y como parece que la gente les votó, se autodefine: “soy más que nadie”. Su entorno, aunque nos parezca mentira les protege. Están aforados, si se hacen trásfugas nada les pasa, les aseguran la máxima jubilación y mirándolo fríamente nadie les votó, pues la lista era cerrada.

A veces alguno que otro es sorprendido con las manos en la masa, sale en los Medios de Comunicación y hasta se le hace un expediente o va al juzgado. ¿Qué sucede? Estamos viendo que si acumuló un capital que muchas veces lo tiene fuera de España, nadie le obliga a devolver lo que no está justificado. ¿Es todo trigo limpio? Sorprende que nunca se le conoció que trabase en otra cosa que no fuese en la política, por lo que siempre se planteó que había que vivir de ella. Ni fue antes asalariado, ni emprendedor como la mayoría de los que todos conocemos.

Yo no sé si nuestros gobernantes no piensan demasiado en estas situaciones. Al no poder personalizar, se generaliza, por lo que todos caen dentro del mismo saco, aunque somos conscientes que los hay honrados, trabajadores y semejantes a la mayoría de la población ya sean asalariados o emprendedores.

Celedonio en esta reflexión querría explicar que si no se pone coto a todos estos desmanes, a la larga vamos hacia un precipicio que no se conoce el desnivel que tiene. La gente cuando se le consulte, irá cada vez más a los extremos aunque no sean los más recomendables y posiblemente cada vez más, habrá muchos que no responderán a la llamada.

Siempre hubo un refrán que decía: “el miedo guarda la viña”. Como quiera que esto también es muy largo, aunque sea algo reiterativo, igual es tema de otra reflexión.

 

                                                                              Próximo tema: La chicharrina

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