domingo, 26 de agosto de 2018

Y....¿qué hacemos con todos estos?


(Escrito el 25 de mayo 2018)
Si hace unos días el bombazo informativo fue la detención de Zaplana, poco después, la sentencia del caso Gürtel, ha sido la explosión. ¿Y qué hacemos ahora con todos estos? Es lo que se pregunta Celedonio en su reflexión.

Como ya viene diciendo en reflexiones anteriores, clama al cielo de que en todos estos casos no se exija que lo primero que tienen que hacer es la devolución de todo lo que se llevaron y como el dinero no lo tendrán, habría que confiscarles todos sus bienes y después ya hablaremos. Las sentencias que se ponen estarán acordes con el Código Penal, pero me parece que cuando se corrija éste, además de los grandes juristas tenían que participar también gente sencilla y llana. Sin querer menospreciarlo, como ha dicho otras veces, el hombre de la boina. Estoy seguro que daría buenas ideas.

El Código Penal, debe servir para que los jueces sepan entre los parámetros que se pueden mover a la hora de dictar sentencias, pero también debe conocer el posible delincuente, lo que le puede caer encima si le cogen y lo que más va a temer es lo opuesto de lo que está acostumbrado hacer.

Una vez más quiere defender que la cárcel no es la solución y sin embargo todos los delitos gordos tienen igual pena: privación de libertad. Al que por gustarle el dinero se apropia de lo que no es suyo, debería tener miedo a que si lo cogen, tendrá que vivir no en la abundancia, sino en la escasez. El que está acostumbrado a vivir en grandes mansiones, tiene que tener previsto que igual le puede tocar vivir en piso de 80 metros en casa sin ascensor y el que se cree el rey del volante y la velocidad, debe tener presente, que si lo cazan, nunca jamás en ningún país se podrá sacar el carnet de conducir. Lo de que la cárcel puede hacer reinsertar a la gente, es pura utopía.

En otros tiempos, hemos leído o visto en las películas, que había condenas a galeras y trabajos forzados. Celedonio no reivindica que vuelvan esos tipos de sanciones, sino que lleguen a realizar trabajos que dignamente hacen otras personas. Así en la reflexión escrita sobre Mario Conde y sus amigos el día 26 de abril del año 2000, se preguntaba: después de devolver o expropiarle el importe de todo lo que se probó que se llevó, ¿por qué no tener que pasar un tiempo trabajando en los invernaderos de Almería como uno más? Que vista como quiera, que se ponga la gomina que desee, pero que las 8 horas de trabajo en invernadero no se las quite nadie, mientras no cumpla la pena.  Pienso que eso podría ser educativo.

En lugar de meterlos en la cárcel, el día 1 de julio de 2010, Celedonio reflexionaba sobre ¿por qué no darle otro destino a la zona de Masca en Canarias? Si allí vivieron unas personas, hasta que llegó el turismo,  con muy pocas comodidades ¿por qué no destinarlo para que se ganen allí la vida y sobrevivan como lo hicieron otros durante muchos años? Eso sí, antes tendrían que haber saldado sus deudas con la sociedad. Las cárceles, vistas las imágenes que nos muestran de algunas de ellas, no son para temerles. Deberían tomar nota los responsables y exigir que las Residencias de Mayores, tuvieran esas comodidades.

Hay pueblos semi abandonados, que siempre tras liquidar su deuda, podrían llegar a ocupar hasta cumplir su pena. Con barrera o cadena puesta, podrían salir a comprar un día por semana y con los dispositivos que te permite estar siempre localizado, no hay problema de que no sepan dónde están. Sin duda, los gastos correrían de su cuenta. Celedonio, no pide nada, tan solo reflexiona. 

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