sábado, 13 de junio de 2020

Desde mi encierro (02)


(Escrito el 26 de marzo 2020)
Continuando el tema iniciado ayer, 25 de marzo, Celedonio sigue reflexionando.

De las medidas económicas tomadas por el Gobierno no va  a criticar ninguna de ellas, pues ni las conoce con detalle, ni es quien para enjuiciarlas, pero sí que quiere decir:

Muchos de los viejos de ahora, no es que fuésemos tacaños, sino que nos enseñaron a ser previsores. A lo largo de la vida, algunos fueron ahorrando lo que pudieron para que al llegar a la vejez poder contar con un dinerillo, que aunque poco pudiese servir para complementar su jubilación. En ese aspecto nos engañaron, pues ahora aunque hayas podido reunir un pequeño capital, el Banco no te da nada.

Otros decidieron con mucho sacrificio muchas veces, tras pagar su vivienda habitual, comprar un piso para poderlo alquilar y así contar con unos ingresos complementarios. Ahora, al menos parte del Gobierno opina que hay que tener en cuenta esos alquileres y si es preciso el inquilino que no pague. Que lo necesite el propietario lo tendría que demostrar. Entre los dos pisos del mismo propietario pueden suponer a lo mejor 150 m2 . Hay políticos que viven en casa individual con 2.000 m2 de superficie incluidos los jardines. Ellos es normal que tengan esas propiedades, pero tener uno dos pisos no se puede consentir.

Como el Banco por tus ahorros cada vez te daba menos intereses hay quién optó por poner una pequeña cantidad comprando unas acciones de Bancos, Telefónica, Eléctricas, etc. Todas esas Entidades según algunos son antisociales y hay que ir  a por ellas. El pequeño inversor que ve que su valor ha descendido, y lo ha perdido casi todo, que se aguante, ha sido un especulador y ha vivido explotando a otros.

Cuando termine el encierro y queramos volver a la vida habitual nos encontraremos, con empresas que han cerrado, han mandado a sus trabajadores al paro y entre todos habrá que ayudarles.

Otras harán un ERE o como se llame y al que le toque tendrá que ingeniárselas como pueda. En esta ocasión quizá sea más difícil, pues sus padres que en otras ocasiones le ayudaron, el  Coronavirus se los llevó.

Habrá autónomos, que después del cierre no tendrán capacidad para poder levantar la persiana y tendrán que diseñarse la futura vida como puedan.

Estas y otras muchas cosas veremos. Lo que sí estamos seguros de que no cambiarán son los chollos de los políticos. Todos los que están encausados por corruptos, estafadores, comisionistas, etc seguirán sin devolver un euro de los que se llevaron. A lo sumo algunos estarán una temporada en la cárcel bien cuidados a cargo del erario público, pero devolver nada. El Restaurante y el Bar del Congreso y del Senado seguirán  siendo subvencionados y pagados por todo aquel que salga de ésta, menos por ellos, que para eso fueron elegidos por el pueblo.

Celedonio, como personal de riesgo, no sabe si saldrá de ésta.

Próximo tema: El que avisa….no es traidor

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